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Paris en 3 días

9.2.19


Cuando decidimos pasar un fin de semana en París me surgió la duda de si sería suficiente con 3 días. Y sí, es posible, pero con matices.

París es una ciudad muy grande y con muchas cosas que ver y tres días no son suficientes si quieres profundizar bien. Pero con tres días puedes ver los lugares fundamentales, disfrutar de su encanto y sentirte parisino por unos días.

A continuación te dejo un resumen de nuestra organización con algunas fotos que fuimos tomando con el teléfono:
Nosotros salimos el viernes después de comer para así poder aprovechar la mañana en el trabajo y volvimos el domingo por la tarde.


Sabíamos que por muy rápido que fuera el taxi desde al aeropuerto al hotel, entre dejar maletas y organizarnos un poco no íbamos a tener mucha luz al llegar. Nuestro hotel estaba situado prácticamente al lado de la Torre Eiffel así pues, decidimos ir paseando desde el hotel hasta Notre Dame y disfrutar del camino por sus calles tan encantadoras. 
Al llegar a Notre Dame dimos un paseo por la zona y cenamos en uno de los restaurantes de los alrededores. El Barrio latino es una zona con mucho encanto y se puede disfrutar mucho de noche.


Al terminar de cenar queríamos ir al hotel para descansar y, ya que el hotel estaba tan cerca de la Torre Eiffel, aprovechamos para visitarla y dar un paseo a su alrededor antes de ir a dormir. 


Nosotros decidimos no contratar servicio de desayuno en el hotel porque preferíamos degustar los desayunos parisinos en las cafeterías típicas. Y cogimos mucha fuerza para el día que nos esperaba. El sábado era el día que teníamos completo en París y teníamos que cargar energía.


La primera parada fue el puente de Alexandre III donde había foto obligada y desde donde las vistas eran muy bonitas. 


Es curioso como desde cualquier punto de la ciudad vas viendo la Torre Eiffel y da la posibilidad de tener fotos preciosas. Os aseguro que, por muy cerca que parezca que está, hay que caminar mucho siempre para llegar a ella.


Paseando tranquilamente fuimos hasta la avenida de los campos Elíseos y el Arco del Triunfo, un paseo muy agradable y lleno de tiendas ideales. Decidimos comer en Ladurée, mítico por sus macarons pero con un restaurante muy exquisito también y donde comimos de maravilla. Los precios en París son de escándalos si los comparas con España, podría decir que es más del doble que aquí. Para que os hagáis una idea una botella de agua cuesta unos 7 euros y un café, depende de la zona puede rozar los 10 euros. 

Después de comer fuimos paseando hasta la plaza Vendome y ahí subimos a un taxi que nos llevó hasta Montmartre para ver la basílica del Sagrado Corazón (Sacré Coeur) . La idea era ir paseando pero queríamos aprovechar la luz bien y si esa camino lo hacíamos paseando se haría de noche. El camino en taxi fue agradable pues íbamos viendo sitios maravillosos durante el trayecto como La Ópera.

Eso sí, cuando llegamos a la basílica estaba lleno de turistas pero aún así era muy bonito todo.


Tras visitar el Sagrado Corazón y dar un paseo por sus calles (con crepe incluido), fuimos paseando hasta Moulin Rouge para hacer la foto de rigor y de ahí paseamos hasta Galerias Lafayette para visitar su cúpula. Hicimos un vídeo muy bonito de la cúpula que podéis ver en mi instagram "@sencilla_ideal" al igual que más fotos y vídeos del viaje que están en destacados PARÍS.


Ya se estaba haciendo de noche pero queríamos aprovechar y visitar los alrededores del museo Louvre. Yo ya había visitado el museo hace años y sabía que, en este viaje exprés, no iba a ser posible. Después de pasar un ratito agradable por la zona del museo fuimos paseando hasta el hotel para cenar y descansar. Nos habíamos ganado.


El domingo lo queríamos destinar única y exclusivamente para la Torre Eiffel. De nuevo tomamos un buen desayuno, dejamos las maletas en la recepción del hotel y nos fuimos a aprovechar el última día en la ciudad el amor.


Conforme te vas acercando a la Torre Eiffel hay infinidad de localizaciones para hacer una foto bonita. Pero hay un lugar típico que es en los campos de Mars, justo en la plaza J. Rueff que la perspectiva para la foto es ideal. Pasear por los alrededores tiene mucho encanto y comer por la zona también.


Después de comer tranquilamente cerca de la Torre Eiffel decidimos ir a por las maletas y coger el taxi de vuelta al aeropuerto. Si ninguna duda, había sido un fin de semana precioso. 

Por cierto, las vistas desde el avión son preciosas y ver la Torre Eiffel de fondo hace mucha ilusión. La veis en la todo de la ventanilla del avión? 


Como os he dicho es un viaje exprés a París y es una opción ideal para conocer un poco la ciudad y saborear el espíritu parisino. Pero este viaje se debe completar con otra visita de más días para poder ver la ciudad mejor y adentrarse en los muchísimos detalles con los que cuenta. Así que, volveremos.



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